miércoles, 10 de octubre de 2012

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN DEL VIH/SIDA Y OTRAS INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL EN LA POBLACIÓN INMIGRANTE


ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN DEL VIH/SIDA Y OTRAS INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL EN LA POBLACIÓN INMIGRANTE
María Verónica Jimeno Jiménez
Pedagoga
Coordinadora en Castilla-La Mancha del Programa GALIA

La situación de migración puede generar limitaciones a la hora de acceder a la prevención y a la asistencia en aspectos relacionados con la infección por el VIH/sida. Estas dificultades están asociadas a barreras idiomáticas, a distintas concepciones de la salud y de la enfermedad, a la relación que el inmigrante haya tenido con el sistema sanitario de su país de origen, al desconocimiento de los recursos sanitarios del país de destino y la forma de acceder a ellos, a una situación de irregularidad o a la ignorancia de los derechos de salud que amparan a la población inmigrante. Ello unido a que algunos colectivos proceden de zonas donde el VIH es más prevalente que en España hace de los inmigrantes una población especialmente vulnerable a la infección por el VIH/sida.
El abordaje de la prevención del VIH/sida en población inmigrante debe atenderse desde una perspectiva interdisciplinar que incluya a las instituciones implicadas, valore los problemas detectados y las necesidades identificadas, priorice las áreas de intervención, y contemple las redes y los mecanismos de participación social.
Las estrategias de prevención del VIH dirigidas a la población inmigrante no deben ser diferentes a las de la población del país de destino pero sí es imprescindible que en ellas se consideren las peculiaridades de cada grupo y que el mensaje preventivo se ajuste a su cultura y a sus necesidades. Además, una prevención eficaz requiere políticas que ayuden a reducir la vulnerabilidad de las personas mediante la creación de entornos sociales, jurídicos, culturales y económicos que lo hagan posible.
En definitiva, para asegurar que las intervenciones de prevención del VIH/sida sean eficaces en la población inmigrante se requieren algunas premisas básicas:
1) cubrir las necesidades básicas y abordar factores que pueden discriminar a los
inmigrantes (rechazo social, pobreza, situación jurídica, etc.)
2) proporcionar información en el idioma adecuado y adaptado al contexto cultural de la comunidad destinataria.
3) vincular las intervenciones a las asociaciones de inmigrantes, asociaciones de lucha contra el VIH/sida y administraciones públicas. Además, los inmigrantes deberían participar en el diseño, ejecución y evaluación de dichas intervenciones
4) facilitar e incrementar, de forma real, el acceso de los inmigrantes a los servicios de prevención, asistencia y tratamiento del VIH/sida existentes en nuestro país.
A continuación paso a comentar distintas estrategias que se han mostrado eficaces para la prevención del VIH/sida a la vez que se refieren distintas experiencias prácticas, dirigidas a población inmigrante, de diversas Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

CAMPAÑAS DE INFORMACIÓN
Las campañas tienen por objeto sensibilizar a la población inmigrante e informarle sobre la existencia del VIH.
Desde 1998, la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida (SPNS) edita material (folletos y carteles), adaptado lingüística y culturalmente, con información básica sobre el VIH/sida, sus mecanismos de transmisión y medidas preventivas, los beneficios del diagnóstico precoz del VIH, la prueba del VIH/sida, y direcciones y teléfonos de información sobre VIH/sida. Además del castellano y las lenguas oficiales del estado, este material está disponible en inglés, francés, portugués, árabe, polaco, rumano, ruso y chino. Este material es distribuido desde los Planes de Sida de las CCAA a las ONG y organismos gubernamentales que trabajan con población inmigrante.

ASESORAMIENTO INDIVIDUAL
Dirigido tanto a personas VIH negativas como VIH positivas, el asesoramiento individual tiene por objetivo reforzar las conductas preventivas que disminuyen el riesgo de infección y transmisión del VIH atendiendo a las circunstancias y conocimientos previos de cada persona.
Con este tipo de intervención se pretende que la propia persona aprenda a identificar sus
conductas de riesgo y descubra su capacidad para modificar dichas conductas disminuyendo el riesgo. El asesoramiento puede ayudar a las personas a cambiar, por ejemplo, su comportamiento sexual con el fin de evitar transmitir el VIH a sus parejas sexuales si son seropositivas, y para mantenerse seronegativas si son negativas.
A través del asesoramiento, y siempre respetando la libertad individual, se debe intentar: motivar para el cambio, detectar dificultades, colaborar en el cambio y reforzar positivamente los cambios realizados. Obviamente, la información debe proporcionarse en el idioma adecuado y adaptado al contexto cultural de la comunidad destinataria.

PROGRAMAS DE ACERCAMIENTO
Los programas de acercamiento (outreach) son intervenciones que, a fin de establecer un contacto directo y activo, ofrecen en los lugares donde se encuentra la población inmigrante, –por ejemplo en los espacios de reunión o en los lugares de residencia– información y recursos. La diferencia con otros programas sanitarios es que no se espera a que los inmigrantes acudan a los servicios y recursos existentes sino que estos servicios se ofrecen in situ minimizando las barreras existentes que, en muchos casos, impiden que estas personas acudan a los servicios normalizados.
Los programas de acercamiento pueden ser desarrollados por voluntarios/as, trabajadores/as sociales, agentes de salud o educadores/as de pares. La experiencia demuestra que la figura del agente de salud/educador de pares es indispensable para llevar a cabo esta intervención, ya que favorece el acceso y la comunicación con los inmigrantes.

LA EDUCACIÓN ENTRE PARES O IGUALES
En el caso concreto de las personas inmigrantes, la o el educador de pares sería una persona que pertenece a la comunidad diana a la que se dirige la intervención. Su función consiste en, manteniendo una relación horizontal, de igual, propiciar cambios a nivel individual o grupal tratando de modificar positivamente las creencias, las actitudes y los comportamientos frente al VIH/sida de la comunidad.
Entre las funciones de un educador/a de pares destacan: la distribución de mensajes de
prevención en su comunidad estimulando la autodependencia de las personas para que desarrollen estrategias propias de prevención del VIH/sida y el favorecer el acercamiento y la comunicación entre su comunidad y las instituciones sociales y sanitarias.

LA MEDIACIÓN INTERCULTURAL
El mediador o mediadora intercultural es una figura que está emergiendo paulatinamente en España. Se habla de mediación cuando la comunicación entre dos personas no se produce sin el puente de una tercera y, la mayoría de las veces, implica la existencia de varias
lenguas, sistemas de valores y modelos comunicativos .A través de la mediación cultural se pueden identificar y valorar los mecanismos culturales y sociales que están influyendo en el comportamiento, los hábitos y las decisiones de las personas inmigrantes.

EDUCACIÓN GRUPAL
La educación en grupo pretende la participación activa de la población diana en la adquisición de conocimientos, el intercambio de experiencias y la solución de problemas desde un modelo colectivo de acción. Mediante el desarrollo de talleres de intervención grupal se persigue hacer una prevención colectiva con efectos perdurables en lo individual.
Habitualmente se programan una serie de sesiones con la finalidad de aumentar la conciencia del grupo sobre los factores que influyen en su salud y mejorar sus capacidades para abordar la prevención del VIH/sida. Su finalidad no es el desarrollo de comportamientos definidos y prescritos por un experto sino facilitar que las personas desarrollen capacidades, que les permitan tomar decisiones conscientes y autónomas sobre su propia salud, abordando los factores relacionados con los comportamientos de riesgo asociados al VIH/sida.

PARTICIPACIÓN DE LAS PERSONAS QUE VIVEN CON VIH/SIDA EN LA PREVENCIÓN
Las personas que viven con VIH/sida pueden sufrir diferentes repercusiones psicosociales relacionadas con el rechazo social, la discriminación, la pérdida de autonomía personal o el miedo a la muerte. En el caso de las personas inmigrantes, sobre todo si se encuentran en las primeras fases del proceso migratorio, la sensación de aislamiento y soledad puede ser más acusada que
en las personas autóctonas.
Trabajar los problemas emocionales, de culpabilidad, baja autoestima… asociados a la discriminación, evitan la soledad, el aislamiento social y favorecen la participación de las personas que viven con el VIH/sida en la respuesta a la epidemia. En este sentido, las asociaciones de inmigrantes pueden representar lugares de pertenencia que proporcionan seguridad, disminuyen las dificultades de vivir con el VIH/sida y facilitan la prevención para y desde las personas que viven con VIH/sida.

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