jueves, 11 de octubre de 2012

PADRES Y EDUCACION SEXUAL


PADRES Y EDUCACIÓN SEXUAL
ALMA MARÍA SAN ISIDRO MORADO
Experta en educación de personas adultas.
Responsable del Programa GALIA en Ferrolterra.

Para comenzar, me gustaría enseñaros el siguiente vídeo de CEAPA, de educación afectivo sexual para jóvenes, “Formas de hacerlo”: http://vimeo.com/36781137
Todas las personas somos seres sexuados, desde antes incluso de nuestro nacimiento.
La forma en que percibimos, sentimos y desarrollamos nuestro autoconocimiento como seres sexuados conforma nuestra sexualidad.
La sexualidad, según la OMS, es:
"Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales."
Así, la sexualidad no consiste simplemente en tener o usar un pene o una vagina, ni es un mero vehículo para la reproducción. La sexualidad es la faceta sexuada de nuestra personalidad, lo cual no es poco.
Entonces, si es algo tan importante en nuestras vidas ¿por qué no la tenemos en cuenta cuando hablamos de educación?
¿O sí lo hacemos?
¿Proporcionamos a nuestros hijos educación sexual?
Demasiado a menudo, la respuesta es que a los jóvenes no hay nada que enseñarles, que ya lo saben todo, saben más que nosotros, que tienen internet...
Bueno, esto último es cierto. Tienen el mismo acceso que los adultos a todo tipo de artículos y noticias:
Que el SIDA es una mentira, http://www.webislam.com/articulos/27810-es_el_sida_una_gran_mentira.html
la homosexualidad es una enfermedad, http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=2142
que el sexo a edades tempranas mejora las relaciones sociales cuando se es adulto http://blognutricion.com/2007/11/27/tener-relaciones-sexuales-a-una-edad-temprana-podria-frenar-la-delincuencia-adolescente/
o diversos argumentos en pro o en contra de la existencia de los pitufos... http://my.opera.com/jafc089/blog/2009/02/27/los-pitufos-existen
por poner algunos ejemplos.
Lo cierto es que en internet podemos encontrar toda la información que queramos, sí, pero mezclada con tantas otras cosas (para las que “información” no sería la definición adecuada) que la red no resulta el educador más indicado para nuestros hijos.
Porque educar, educa, aunque no lo haga de la forma correcta. Si recordamos aquello de “educación formal, no formal e informal”, nos daremos cuenta de que, como dice la wikipedia, la educación es el proceso mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
Así que educar, educamos todos.
Cada vez que callamos, eludimos una respuesta directa o inventamos historias sobre cigüeñas, estamos educando: Sexo= Tabú= Malo.
Cuando planteamos que las Matemáticas, el Inglés y la Educación para la Ciudadanía son imprescindibles en su currículum académico, pero sobre sexualidad se tratan los genitales y la reproducción, estamos educando: Sexo= Coito = Reproducción.
Cuando les hablamos únicamente de ITS y embarazos no deseados, estamos educando: Sexo= Riesgos.
Y todo esto desde la maravillosa perspectiva heterosexual, ya que solo nos preguntaremos por su orientación sexual si vemos niños “amanerados” o niñas “machitos”. Para rematar a menudo las conversaciones sobre nuestras preocupaciones con un “cuando tengas hijos...”, porque como hemos dicho ya, para qué van a tener sexo si no.
Lo que olvidamos decirles es que el cuándo, dónde, cómo y con quién, solo pueden decidirlo ellos, libres de cualquier influencia o presión; que la primera persona a la que deben amar es a sí mismos, y conocerse sin miedos ni vergüenza; que tienen derecho a la intimidad; que las relaciones sexuales son algo más que un coito; que el placer no es el fin sino el medio; que nosotros tuvimos su edad y sus miedos; que nos enamoramos de las personas, no de su sexo; que no dependen de medias naranjas, que somos seres completos; que todo lo que sientan es lícito, y lo que hagan si no dañan a nadie con ello; que amen, respeten y cuiden su cuerpo, porque debe durarles toda una vida; en lugar de ello, les enseñamos a no plantearnos sus dudas, porque de todos modos no les daremos las respuestas.
Pero ya que les estamos proporcionando “educación sexual”, ¿por qué no hacerlo bien?

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